Wednesday, January 31, 2007

The Rolling Stones: Between The Buttons

De forma superficial Between the Buttons podría ser el Rubber Soul de los Stones más algún exceso de misoginia.

Atrás quedaba la grandiosa etapa a lo Muddy Waters, y los Stones se entregaban al experimento sonoro de tipo sicodélico. Pero el disco se transforma, a base de parches sonoros e influencias superpuestos (pues los muchachos del rythm and blues no pueden dejar atrás su código fuente) en un disco rico en creatividad y originalidad.

1. Let´s Spend the Night Together: Con la famosa letra que tenían que cambiar por "some time together" para no ofender los sentimientos de los televidentes. Han trasladado la marca blues al piano. Urgencia erótica. Los coros inspirados quizá por los Beatles (que a su vez se inspiraron en los Beach Boys) suenan sucios, limitados, metalizados.

2. Yesterday´s Papers: Continuación de la motivación misógina: quién quiere periódicos de ayer, Héctor Lavoe dixit. Más coros metálicos con algo de pop (más que Beatles, recuerdan a los Monkees). Pero integran el bajo (metálico también y extasiado) del rock ácido. Hay unas piruetas con el xilófono, debidas a Brian seguramente, que testimonian que los chicos querían experimentar de verdad.

3. Ruby Tuesday: Una genialidad de Brian en la flauta. El disco hasta ahí confirma que es obra maestra. Melodía melancólica pero no perfecta al estilo de McCartney. Su poesía es el contrapunto entre la bohemia Ruby Tuesday y la flauta.

4. Connection: Naturalmente, la influencia aquí parece ser Lennon. Pero un Lennon que no sabe que pudiera nunca influenciar así. Se daría cuenta recién en su primer LP en solitario (Plastic Ono Band) ¿O antes, durante She So Heavy? Connection podría estar en Rubber Soul para complementar e influenciar de vuelta a John.

5. She Smiled Sweetly: Magnífica balada con un uso mesurado y oportuno del órgano. Pareciera inspirada por Dylan, como si los Stones se hubiesen detenido a escuchar con cuidado Blonde on Blonde. Por su parte Jagger es un disciplinado, un sinuoso, un Brando de la interpretación cantada. (El órgano estará a cargo también de Brian?)

6. Cool, Calm & Collected: Incursión en una especie de balada de ragtime (con piano), con exposición sicodélica.

7. All Sold Out: Balada intrincada, la abundancia sonora (coros, guitarras, batería muy calculada y heterogénea) transmiten un nerviosismo amenazante, de algo que iba a estallar: en el punk, en el rock pesado. En todo el disco, debe decirse, la batería de Watts es un instrumento tan creativo como todos los demas. Muestra en este corte.

8. My Obsession: Continúa la tensión entre el modelo de armonía vocal pop, y las sinusidades y violencias del rythm and blues que se cuelan por debajo: por la batería, el bajo, el piano... Eso se va llamando poco a poco rock, y ya no simplemente rocanrol.

9. Who´s Been Sleeping Here?: El himno del chico celoso, "dime quien ha estado durmiendo aquí". Presencia a la sordina de Dylan. Una balada desesperada, histriónica y de peso. Es música de perseguidores, los himnos se truncan porque el sufrimiento (de la clase bohemia que encarna el rock) es mucho más universal. Dylan no habría sospechado esta creación.

10. Complicated: Misma tesitura, las chicas complicadas provocan esa sinuosidad que estalla por medio de la insatisfacción: como no podían quizá los Beatles, integración mucho más revulsiva de la raíz "negra" del blues. Viejo terreno de Muddy Waters escuchado con algo de la Motown.

11. Miss Amanda Jones: Rocanrol puro, de evidente inspiración a la Chuck Berry, y puente a lo Beatle.

12. Somethin Happened To Me Yesterday: Inesperado cierre con una balada seudo folk, en la línea, otra vez, de Dylan.

En resumen (y esta es una conclusión, por supuesto, muy personal): el experimento y las influencias marcan a veces con demasiado énfasis este disco, que ayuda a explicar, sin embargo, el progreso posterior de Beggars Banquet y Let it Bleed. Personalmente también quizá prefiera Aftermath: con menos sicodelia y más énfasis del rythm and blues, pero Between the Buttons es también de los imprescindibles.

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Wednesday, January 24, 2007

Joy Division 1977-1980

Según Joy Division, el punk es una mesura. Al contrario de la explosión democrática de The Clash (en especial, London Calling), los de Manchester llevan el punk por unos caminos mucho más ensimismados, patéticos, de un brillo metálico punteado por el silencio.

La colección que ahora escucho, Substance 1977-1980, ilustra el tránsito desde el punk heredado por los Sex Pistols, hasta la voz propia e inconfudible. Las influencias son variadísimas, de David Bowie a Pink Floyd, de John Lennon a The Doors, pero el resultado las anula. El sostenido privilegio de separarse.

Al contrario de las sinuosidades que se encuentran aquí y allá en la historia del rock (redondeces y volutas que son amabilidades pop, gamberradas trash), la música de Joy Division tiende a ser geométrica, llena de reticencias. Sólo a veces las guitarras parecen recorrer con entusiasmo las laderas de una tierra vacía y petrificada. La voz de Ian Curtis suele ingresar para determinar --con una voz de barítono que si no fuera tan seria, sería paródica-- el estado concentrado de esa tierra que se conoce a sí misma de la mejor manera posible. El efecto es hipnótico.

La índole política de esta música es también enigmática. El nombre es, como se sabe universalmente, una parodia poco amable: "joy division" era la cuadrilla de esclavas sexuales de los nazis. El geometrismo de la música de Joy Division hace pensar en la encarnizada reiteración de un orden militar. Pero tal vez esto sea mera idea subjetiva admitida a posteriori. Quizá lo sombrío no sea sino un componente esencial de la ciudad industrial (en este caso Manchester) y, por extensión, de la opresión de la época. Opresión que todavía habla, al menos en esta música.

Thursday, January 18, 2007

Holiday


"All across the world in every nation" Madonna.

Tuve largas, quietas, monotemáticas vacaciones.

Esta nota es sobre los discos que me salvaron la vida.

Para finalizar, darme ánimo, descubrir que el mundo estaba verde, que, después de todo, John Lennon, a pesar de ser un beatle, podía echar a andar grandes discos, estuve escuchando Plastic Ono Band. Mi frase favorita de todo el álbum es por supuesto aquella de que no creo en los Beatles, aunque me molesta que tampoco crea en Zimmerman. (Véase la crítica de AlohaPopRock, que cumple con los requisitos que no quiero cumplir aquí: se trata de un disco sincero, el lado oscuro de la fama, etc.)

Para comenzar, obtuve Ce el álbum último de Caetano Veloso, un disco, como uno no podía suponerse, rock, y rock alternativo de ese en que se escucha que Caetano escuchó con cuidado, y agudamente, a Pearl Jam y Nirvana. (Caetano tiene ya 64 años, colaboró su hijo en este disco, etc, según se observa mejor en la nota de Página 12). Por cierto, turistas de Miami que pasean por Metrocentro (aunque Miami, honestamente, me parece una ciudad-culo, como para escuchar a Gloria Estefan, exclusivamente), Metrocentristas de la Clase Media, Intelectuales de la Casa del Café sucursal Metrocentro, Turistas intelectuales en general que merodean cerca de la Catedral de las tetas--que ahora resulta que Sergio Ramírez encuentra bella--este disco de Caetano está de venta en una de esas ventecitas de discos de Metrocentro, catedral de la cultura managüense.

El entreacto, se lo debo Silvio--crecí con Silvio, Silvio es mi trovador, toda la mierda que escribe Arjona me asquea precisamente porque es un derivado neoliberal de Silvio--y su contundente Érase que se era.

Por otra parte, estas vacaciones estuvieron balanceadas por "Wild Thing" en la versión de Hendrix, de la colección Voodoo Child: "Wild thing, you make my heart sing, etc."

Un link: este texto grandioso de Caetano.

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