El trovador del modo neolib

Ahora llega mucha mierda a Nicaragua. Paloma San Basilio, Moderato, pero sobre todo, Ricardo Arjona.

Desde que Jesucristo le afinó la guitarra, supe que este entusiasta de la trova escondía un predicador y moralista más preocupado por el comportamiento que por las derivaciones armónicas de su música.

Es, además, el trovador del modo neoliberal. Véase su obtusa fábula en que el norte es el sur. O aquella historieta en que una cubana y un gringo se casan "más allá" de Clinton y Castro. Puro protectadorado. Sus canciones con anécdota no eluden la propaganda (a la Volkswagen, por ejemplo). Su órbita de vida es la clase media latinoamericana que va al gimnasio, se hace cirugías menores en la nariz y se informa de la pintura moderna occidental con Vanidades (que hubiera pintado Picasso, se pregunta siempre esta Clase Media cuando está usando el baño).

La estructura musical de sus canciones es siempre morosa, reciclada de los mejores momentos de la trova cubana. Su poesía es obtusa, sin aire de elite y sin hálito de utopía.